El dolor en las piernas puede estar indicando problemas circulatorios, pero rara vez las mujeres consultan al flebólogo cuando no se ven ninguna vena dilatada o arañita. “Vienen derivadas de otros profesionales, como el médico clínico, que sospecha de una patología venosa”, explica el Dr. Miguel Ángel Gramajo Booth (MN 42.569), médico flebólogo universitario con experiencia de 30 años en su especialidad, miembro del American College of Phlebology y pionero en los procedimientos de recuperación funcional sin extirpación. “Las várices o venas varicosas pueden provocar dolor por la misma distensión y el síntoma se llama flebalgia; la estasis (estancamiento) venosa puede provocar picazón y calambres inespecíficos; el signo más común es la sensación de pesadez y edema por la tarde, con una mejoría al levantarse por la mañana o luego de levantar las piernas. La revisión clínica e instrumental – como un ecodoppler – del médico especialista ya descartan si el dolor es o no flebológico.”
Atención: Si un dolor en la pierna es unilateral, fuerte y aparece bruscamente, no mejora con el reposo y la pierna se hincha, hay que consultar rápidamente porque puede tratarse de un problema venoso serio que es la trombosis venosa.
¿Conviene tomar analgésicos si tenemos estos síntomas? “Los analgésicos no son específicos para el dolor en las piernas por distensión venosa”- responde el médico -. “ En algunos casos la aspirina puede ser beneficiosa por sus mecanismos analgésico y antiinflamatorio débiles, pero debe estar recetada por el médico de acuerdo con el diagnóstico, ya que igual que todo medicamento puede tener efectos secundarios y puede enmascarar un problema más serio, que se retrasa en su resolución de fondo.”
La tentación de recurrir a los diuréticos como solución mágica es común, pero el Dr. Gramajo Booth alerta sobre su uso intensivo. “Los diuréticos en flebología no son muy indicados, sobre todo porque tienen efecto rebote, cada vez el organismo los necesita más. La automedicación con estas drogas, por otra parte, puede provocar la eliminación de potasio con síntomas como debilidad, calambres y hasta arritmias cardíacas.”
La solución para el dolor de piernas y otras sensaciones displacenteras de origen venoso es una estrategia múltiple. Esto abarca desde corregir las causas de sobrecarga y retención de líquidos mediante la nutrición, revisar los hábitos y practicar ejercicio moderado, hasta los tratamientos, de gabinete y en algunos casos quirúrgicos. “La fleboterapia restaurativa es muy eficaz en gran parte de los problemas venosos y en caso de haber insuficiencia de las válvulas de las venas safenas, por ejemplo, se requiere la valvuloplastia”, comenta el especialista, quien realiza estos tratamientos.
¡Dato extra! En un gran número de casos, los dolores de piernas en las mujeres de edad adulta se deben al pie plano, que se acentúa con los años y el sobrepeso. Esto pueden producir contracturas en los pies y piernas, calambres diurnos y nocturnos, dolor en la rodilla y en la columna sacrolumbar.
“A veces, estas vénulas se ven y otras han que buscarlas mediante un aparato llamado transiluminador”, explica el Dr. Miguel A Gramajo Booth, flebólogo investigador quien desarrolló en nuestro país la flebología restaurativa. “Si hay muchas vénulas dilatadas, pueden aparecer síntomas en las piernas como pesadez y edemas leves. Habitualmente, en los tratamientos esclerosantes se tratan sólo el derrame y las vénulas contiguas a las arañitas, ya que no es ni operativo ni beneficioso tratarlas en cantidad.” La fleboterapia restaurativa consiste en la aplicación de inyecciones en la luz del vaso sanguíneo, aun del más pequeño, de una sustancia de origen natural que repara la pared de la vena, lo que permite que la sangre fluya con normalidad. “En el caso de las arañitas, se puede reforzar toda la red venosa superficial, con lo que el problema se soluciona en profundidad,” asegura el Dr. Gramajo. En una sola sesión se tratan zonas extensas de las piernas. “Los derrames tratados con fleboterapia restaurativa se borran en 5 a 7 días y como se han reforzado las vénulas causantes de ellos, las arañitas tardan mucho tiempo en reaparecer o directamente no vuelven a hacerlo.” La recuperación de las venas se aprecia de sesión a sesión, se toman fotos en cada sesión para que el paciente pueda ir evaluando por si mismo los resultados así como la desaparición de síntomas como dolor, pesadez, edemas, etc. El post tratamiento consiste en el uso de medias de elastocompresión graduada durante 2 o 3 días – se quitan para dormir – lo que mejora aun más los resultados. Es posible hacer sesiones todos los días, sobre todo cuando se trata de pacientes que empiezan el tratamiento y aquellos que vienen del interior. Pero lo habitual es una sesión por semana y en algunos casos se hace una vez por mes.
Dr. Miguel Angel Gramajo Booth, médico flebólogo universitario. Miembro del American College of Phlebology. Creador del equipo Phlebomaster X-100 y del método de electroperfusión oscilante. Pionero en los procedimientos de recuperación funcional sin extirpación.
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